Hace ya un tiempo que no existe la discusión de si nube sí o nube no, sino que la disyuntiva se ha convertido ahora en un ¿Cuándo?, pero sobre todo ¿Cómo?. El objetivo general o beneficio de cualquier migración a la nube es hospedar aplicaciones y datos en el entorno de TI más eficaz posible, en función de factores como el costo, el rendimiento y la seguridad. Por ejemplo, muchas organizaciones realizan la migración de aplicaciones y datos locales desde su centro de datos local a la infraestructura de nube pública para aprovechar ventajas como una mayor elasticidad, aprovisionamiento de autoservicio, redundancia y un modelo flexible de pago por uso.
La informática en la nube, o Cloud Computing, es a día de hoy uno de los pilares fundamentales sobre los que gira la transformación digital, tanto de empresas como de economías de país. Las inversiones realizadas para migrar tanto datos como aplicaciones y cargas de computación al Cloud, crecen a ritmos de doble dígito en los últimos cinco años, y todo augura que este ritmo seguirá en aumento. La pandemia causada por el virus del Covid-19 ha puesto de manifiesto, que aquellas compañías que ya disponían de determinadas cargas de trabajo en la Nube, han podido responder de un modo más rápido y acertado, a la creciente demanda del teletrabajo. Las que no, han tenido que adaptarse y correr, para poder tener a su fuerza de trabajo funcional.
Existen varios tipos de migraciones en la nube que una empresa puede realizar. Un modelo común es la transferencia de datos y aplicaciones desde un centro de datos local a la nube pública. Sin embargo, una migración a la nube también podría implicar mover datos y aplicaciones de una plataforma o proveedor en la nube a otro, un modelo conocido como migración de nube a nube. Un tercer tipo de migración es una migración inversa a la nube, la repatriación en la nube o la salida de la nube, donde los datos o las aplicaciones se mueven fuera de la nube y de vuelta a un centro de datos local.
Estrategias de Migración
Mover cargas de trabajo a la nube, requiere de una estrategia bien pensada y bien definida que incluye una combinación, a veces compleja, de gestión y retos técnicos, así como un re-alineamiento de personal y recursos. Hay opciones en el tipo de migración para realizar, así como el tipo de datos que se deben mover. Es importante tener en cuenta los siguientes pasos de migración a la nube antes de tomar medidas.
Aplicaciones
En primer lugar, identifica la aplicación. Cada empresa tiene una razón diferente para mover una carga de trabajo a la nube, por lo que los objetivos variarán en cada caso Los siguientes pasos son averiguar cuántos datos se deben mover, la rapidez con la que se debe realizar el trabajo y cómo migrar esos datos. Debemos de realizar un inventario de datos y aplicaciones, buscar dependencias y considerar una de las muchas opciones de migración.
Tipos de migración en la nube
El siguiente paso es identificar el entorno de nube adecuado. Las empresas de hoy en día tienen más de un escenario de nube entre el que elegir.La nube pública permite a muchos usuarios acceder a recursos a través de Internet o conexiones dedicadas. Una nube privada mantiene los datos dentro del centro de datos y utiliza una arquitectura propietaria. El modelo de nube híbrida mezcla modelos de nube pública y privada y transfiere datos entre los dos. Por último, en un escenario multinube, una empresa utiliza opciones de IaaS de más de un proveedor de nube pública.
A medida que consideremos dónde debe estar en funcionamiento la aplicación, también debemos de tener en cuenta lo bien que funcionará una vez que se migre. Tenemos que asegurarnos de que haya un ancho de banda adecuado para un rendimiento óptimo de la aplicación. E investigar si las dependencias de una aplicación pueden complicar una migración. Este suele ser un buen momento, para revisar a fondo las diferentes partes de las que puede estar compuesta una aplicación, puesto que cuanto más tiempo lleve entre nosotros, más posibilidades de que haya partes de la misma que estén obsoletas, y que no querremos mover. Los datos obsoletos son otra preocupación con la migración a la nube. Sin una buena razón, probablemente sea imprudente mover datos históricos a la nube.
El personal
Las aplicaciones que viven en la nube requieren un conjunto diferente de habilidades de administración y, como tal, los líderes de TI tendrán que asegurarse de que el personal esté listo para gestionar una migración a la nube. Debemos de considerar los conjuntos de habilidades de los empleados y asegúrese de que todos estén debidamente capacitados sobre cómo controlar y administrar esos servicios. La administración de la nube es diferente a trabajar con centros de datos locales o los recursos virtualizados a los que pueden estar acostumbrados.
Independientemente de la aplicación, el personal actual debe aprender a adaptarse a los nuevos roles. En particular, la seguridad de los datos, que requiere un enfoque diferente en la nube que en las instalaciones, por lo que la formación del personal tendrá que ser una prioridad.
El proceso de migración
Dependiendo de los detalles de la migración, podemos optar por mover una aplicación a su nuevo entorno de hospedaje sin ninguna modificación, un modelo a veces denominado lift-and-shift. En este escenario, una carga de trabajo se mueve directamente de los servidores locales a la nube sin ningún cambio. Esto es esencialmente un movimiento 1 a 1 hecho principalmente como una solución a corto plazo para ahorrar en costos de infraestructura.
En otros casos, podría ser más beneficioso cambiar el código o la arquitectura de una aplicación. Este proceso se conoce como refactorización de aplicaciones. Tiene sentido refactorizar una aplicación antes de una migración a la nube, pero a menudo ocurre retroactivamente. En muchos escenarios esta aproximación es el segundo paso, una vez realizada la migración lift-and-shift y queremos evolucionar nuestra solución. La refactorización de una aplicación puede ser costosa, por lo que la administración de TI debe considerar si esto tiene sentido financieramente hablando. Debemos de calcular el costo, el rendimiento y la seguridad cuando analice su ROI.
Si una migración se realiza en línea, deberá calcular cuánto ancho de banda es necesario para realizar el movimiento. Disponemos de varias opciones cuando se trata de transferir datos desde un centro de datos local a la nube pública. Estos incluyen el uso de Internet público o una conexión de red privada/dedicada. Otra opción es una transferencia sin conexión, en la que una organización carga sus datos locales en un dispositivo y, a continuación, envía físicamente ese dispositivo a un proveedor de nube pública, que luego carga los datos en la nube. El tipo de migración de datos que elige una empresa, en línea o sin conexión, depende de la cantidad y el tipo de datos que desea mover, así como de la rapidez con la que necesita completar la migración. Puede que no sea realista dejar de lado su conexión a Internet durante largos períodos de tiempo. En algunos casos, tendrá más sentido simplemente utilizar un camión para transferir datos en lugar de una conexión a Internet. Existen servicios para este propósito: Microsoft, AWS, Google e IBM tienen opciones para el envío de datos sin conexión. Es posible que el envío físico no elimine la necesidad de sincronización adicional, pero puede reducir el tiempo y los gastos para mover los datos.
Antes de que la carga de trabajo se traslade a producción, debe probarse y optimizarse para ofrecer un rendimiento aceptable. También es importante probar las condiciones de falla, así como los sistemas redundantes.
Una vez completada la migración a la nube, el personal centrará el rendimiento, el uso y la estabilidad de los datos. Asegúrese de presupuestar estas herramientas, ya que a menudo se olvidan en la planificación inicial. Aquí es donde el personal de TI ve el mayor cambio en su rol de soporte. Hay cierta reducción en el soporte de hardware general. Pero las cargas de trabajo en la nube deben administrarse, por lo que tiene sentido agregar algunas clases de formación de administración en la nube para el equipo. Puede haber algunas consideraciones especiales para las nuevas realidades de seguridad durante una migración. Garantizar la seguridad de las aplicaciones en la nube siempre es una preocupación, especialmente durante una migración en vivo a la nube. Las migraciones de máquinas virtuales son esenciales para equilibrar la necesidad de una carga de trabajo de proceso, almacenamiento y otras demandas de aplicaciones.
Resumen
La migración de cargas de trabajo y aplicaciones a la nube, es un proceso ineludible. Disponemos de mucha flexibilidad a la hora de seleccionar la mejor alternativa para nuestras soluciones, y no se trata de una selección a todo o nada. Cada una de nuestras aplicaciones puede beneficiarse de las ventajas de una de las opciones, mientras que otros pueden tomar otros derroteros, o incluso, necesitemos dejarlas localmente en nuestras instalaciones, por determinados requsitos o integraciones. Desde Verne Tech, tenemos diez años de experiencia apoyando a diferentes organizciones en sus migraciones al Cloud, tanto a Nube Pública o como en entornos híbridos, y la experiencia nos ha permitido desarrollar una metodologría basada en estándares, que puedes consultar en Ebook Adopción Cloud en la empresa ¡Impulsa tu negocio! (solidq.com)